martes, 26 de febrero de 2019

Roma, el mejor ejemplo de producciones sobre valoradas.


“La obra maestra” de Alfonso Cuarón no lo es tal como la pintan, es verdad que ha ganado muchísimos premios, pero no es otra cosa más que un muy buen lobby, mercadeo, y sobre todo poenr temas de moda en la pantalla grande.

Cuando vemos una producción con el nombre de Alfonso Cuarón de automático asumimos que será formidable, una verdadera belleza narrativa y visual, con personajes profundos, bien actuados y de carácter sublime, una historia memorable que quedará para siempre en el recuerdo de las masas. Pero este no es el caso.

Literalmente esta película carece de estructura narrativa, es casi que un collage de imágenes muy bien logradas, pero con una historia insípida, tanto así que en su primera mitad no ocurre nada, los personajes se pierden en la pantalla, y sobre todo la utilización del blanco y negro es un recurso usado más por necesidad que por un asunto de ambientación, de estética o creatividad.

Entonces ¿por qué tantas nominaciones y premios en festivales de cine? La respuesta es simple, política, en todo el mundo se ven organizaciones, colectivos, grupos artísticos y otros no tanto que bogan por ir contra lo establecido, contra el sistema opresor, contras lo políticamente correcto, desestructurar el pensamiento, etc. En especial en estos tiempos que todo se piensa en relación a Donald Trump.

La actriz principal Yalitza Aparicio, nunca antes había actuado, y en verdad que en esta película no se ve que realmente actúe, algunos dirán que la actuación es la recreación de la realidad y que debe de verse natural, pero una cosa es lo que acabo de escribir en estas líneas anteriores y otra es ver la interpretación de ella en la película. ¿Ustedes creen que ella de verdad tenga futuro en la actuación? Yo lo dudo mucho, y por desgracia lo más probable es que en el caso de ella se remarquen los estereotipos, en caso de lograr hacer carrera en el cine, teatro o televisión, sus papeles se verán limitados a personajes similares al de Roma.

La dirección de fotografía en la película no aporta nada novedoso, los encuadres están bien pero el juego con la profundidad de campo es casi nulo, todo en la pantalla se ve enfocado, ¿dónde está el énfasis visual en los planos cortos con el entorno desenfocado? ¿Qué pasó con el juego del enfoque y desenfoque de los diferentes elementos en el encuadre para develar de forma dramática, misteriosa, o sutil algo trascendental en la historia? Todo eso es casi inexistente en esta obra.

La realidad es que Roma es una película más del montón que por ser su director Alfonso Cuarón la crítica y los festivales de cine se derriten a sus pies por estar de moda cualquier cosa que pueda incomodar a Donald Trump.

Dos cacas de perro de cinco posibles es mi calificación para Roma. (Los que han visto la película sabrán por qué la califico con cacas de perro, y los que aún no la han visto, cuando la vean entenderán).