domingo, 12 de abril de 2009

Gran Torino


Película dirigida, producida y protagonizada por Clint Eastwood con guión de Nick Schenk en la que se narra la historia de un veterano de la guerra de Corea que vive en un barrio completamente ocupado por coreanos.

La película nos muestra a un personaje central lleno de amargura y prejuicios que conforme va transcurriendo la historia se va despejando su verdadera forma de ser, además de que comienza a despojarse de sus perjuicios para lograr alcanzar una paz consigo mismo.

Estamos en presencia de una verdadera obra de arte, una película realizada con verdadera maestría tato desde su guión, pasando por una dirección impecable y una actuación deslumbrante, sin duda alguna Clint Eastwood cada día está mejor como realizador y como actor, faceta en la cual ya lo extrañábamos puesto que el último filme en que actuó fue Million Dollar Baby en 2004.

Esta es una película con alma, que va más allá del simple entretenimiento que mayoritariamente produce Hollywood, es una obra que deja mensaje y que refleja una problemática cotidiana que está dejando su huella maligna.

En este film hasta la música encaja a la perfección en cada uno de sus momentos, como si fuera un reloj suizo todo encaja y funciona en perfecta coordinación, dando una obra totalmente depurada.

La edición y montaje son limpios y suaves, no hay cortes repentinos que choque visualmente ni que corten la acción que transcurre fluidamente.

Las actuaciones son buenas, en especial la del señor Eastwood, interpretación que te sacará más de una sonrisa por lo rico del personaje, su forma de ser, de “convivir” con los de su entorno, y por su forma de hablar, Eastwood demuestra que un actor con la edad de él (cumplirá 79 años el 31 de mayo) no está acabado, que aún tiene mucho que entregar al arte de la actuación para que las nuevas generaciones de espectadores y actores aprendan de él, su talento es inmenso y pareciera ser inagotable y hay que aprovechar verlo frente a las cámaras.

La película por su calidad en el guión, dirección, interpretación y musicalización se merece 5 medallas de 5 posibles, es una película que no se deben de perder, excelente en todo el sentido de la palabra.

martes, 7 de abril de 2009

La Rosa de Dos Aromas (Teatro)


Obra teatral presentada en el Teatro 1887 escrita por Emilio Carballido, dirigida por Mariano Gonzales, con las interpretaciones de María Chaves y Alejandra Portillo.

La obra nos muestra la historia de dos mujeres que se enteran que el hombre con el que conviven es el mismo de ambas y que las ha engañado durante varios años manteniendo una doble relación y procreando hijos con ambas. De ahí en adelante vemos como las mujeres comienzan a relacionarse para tratar de obtener el dinero necesario para pagar la fianza para sacar de la cárcel a su hombre.

El libreto de la obra tiene puntos muy altos llenos de humor, situaciones cómicas, drama y momentos tristes, en sí el libreto es bastante interesante, pero por desgracia pierde fuerza y ritmo en las partes dramáticas, más que todo por un asunto de dirección, dado que se llega a volver muy monótono y cae en lo que se llama “narratofagia” (se habla más de lo que se actúa), esto sucede en un par de escenas que además son largas, por lo tanto la obra pierde totalmente el buen ritmo que traía hasta entonces, esto sucede en las escenas más dramáticas de la obra, que la escena sea dramática no quiere decir que sea larga y monótona y que carezca de acción, una verdadera lástima, dado que la interpretación de la actriz en estas escenas son muy buenas.

A nivel de actuación vemos dos interpretaciones impecables de principio a fin, dos personajes claramente identificables, con formas de ver la vida y comportarse totalmente disímiles, una clara diferencia entre un personaje que es totalmente erótico, que goza de la vida y hace lo que quiere y lo que le gusta, mientras vemos al otro personaje que es tanático, desde su forma de vestir con colores oscuros, su forma de comportarse siempre muy “recatada” y que tiene una profesión que en realidad no le gusta y que se refugia en el licor para desahogar sus penas.

El ritmo cómico de la obra se lo impone la actriz María Chaves con una interpretación impecable, llena de comicidad y detalles dentro de su personaje que enriquecen aún más su interpretación y la forma en que el público se llega a sentir atrapado por su personaje, la parte dramática la aporta Alejandra Portillo, también de forma acertada con pequeños elementos que reflejan un personaje que no está a gusto consigo misma.

La escenografía está dividida claramente en 4 sectores que te dan 4 escenarios distintos en los cuales suceden los hechos, lo más rescatable de esto es que no es necesaria la utilización de muchos elementos para poder transmitirle al público que los personajes se encuentran en lugares distintos, es una escenografía bastante limpia en la cual no se malgasta recursos de forma innecesaria.

La obra en sí es buena, pero desgraciadamente tiene unos altibajos demasiado marcados que en vez de controlar el ritmo que la obra trae lo que hace es perderlo por completo, y se siente pesada y hasta aburrida en esos momentos tan críticos para la obra, por ese motivo es que la califico con 3 botellas de ron de 5 posibles.