Estamos frente a una película valiente, en la que se cuenta la historia de este emblemático embajador, que sin pensarlo dos veces se arriesgó por salvarle la vida a cuantas personas pudo sin siquiera conocerles, es una historia verídica, que deja al descubierto las atrocidades del golpe de estado y la dictadura de Pinochet en Chile, pero que también deja en claro que la voluntad humana puede hacer grandes cosas ante las nefastas acciones de otros seres que se dicen ser humanos, cuando en realidad se comportan como seres irracionales y peor que bestias salvajes.
El filme es una verdadera joya tanto en su temática como en su estructura, dirección y actuaciones, resaltando sobremanera al actor Michael Nyqvist (el embajador sueco Harald Edelstam) cuya presencia en la pantalla es formidable.
Esta película fue filmada casi en su totalidad en Santiago de Chile en el año 2005 y fue necesaria una ardua investigación antes de su realización debido que no existían muchos datos sobre este héroe que permanecía casi en el olvido.
Buena dirección, buenas actuaciones, buena edición, solo tal vez un par de escenas en las que tal vez la música no calza con lo que se está viendo en pantalla, es una película que conmueve, que impacta, que no te deja salir de la sala sin ese nudo en la garganta que te dice “hay que tener verdadero valor para hacer lo que Edelstam hizo”.
Es una película que hay que ir a verla, es un drama con verdadero valor artístico e histórico aunque no sea un documental, es una de esas obras de arte que busca reivindicar y darle el verdadero sitial en la historia a una persona valiente.
Como dije anteriormente las actuaciones son de calidad, una historia contada con fluidez, que mantiene la atención del espectador de principio a fin, con imágenes bien logradas, y un guión bien trabajado, en definitiva una obra cinematográfica que vale la pena ver, por eso le otorgo 5 claveles de 5.
lunes, 26 de mayo de 2008
El Clavel Negro (The Black Pimpernel)
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17 comentarios:
Tomás...te felicito por tu nuevo blog, me parece muy interesante la película que nombras en él último post. Ojalá fuese ficción, pero desgraciadamente son crudas realidades.
Un abrazo.
He leído mucho sobre ese embajador y no pienso perderme la peli!
Película con agallas para lograr arte y humanismo con su tema dramático y envolvente: ¡Excelente! Tal vez haya bastantes películas sobre el golpe fascista que arrancó, de cuajo, el sueño latinoamericano de esa época que nacía en Chile, pero este filme tiene la virtud de manejar muy bien la narración de lo singular a lo general y de lo simple a lo complejo con la historia del embajador de Suecia en Chile.
¡Agallas tuvo, dejémoslo claro, el embajador de Suecia, primeramente! No se las anotemos al film, únicamente...
Clarinete que no la he visto pero este fin de semana caigo a verla, a ver si me sirve como especie de medicamente para sacarme este dolor de cabeza que me dejó el cabrón de Indiana Jones, porque estoy Loco, amigas amigos, pero no Lelo ni soy Babozo...
AHI ABAJO DEJE PAR DE NOTITAS JUSTAS Y NECESARIAS, SOBRE EL TAL Indiana. Jones...
Y felicitaciones, TOMAS, por este nuevo blog.
Excelente idea, Amigo Tomás. Ahora, no se si me permitís el abuso de hacerte una sugerencia.
¿Sí?
Bueno:
Como es cuestión de cine y entretenimiento, me parece que te quedaría mejor si le das más color al Blog, más luz, que no te quede tan formal u oscurito.
Con todo cariño, hombreee.
Tomé nota, y estoy listo para ir ver El Clavel Negro.
Totalmente de acuerdo con Warren Lee, creo que el formato de este blog no es el más bonito, aún más, es incómodo leer letras blancas en algunas partes (con fondo negro). Un estilo de blog como el de Evelyn Ugalde estaría muy bien.
Perfecto, Tomás, ya está mejor coloreado su blog, más cómodo para leer.
Vengo a ver el blog y me encuentro con la maldita piedra del zapato: el tonteado de Pericles... puñeta, saludos y felicitaciones para Goic y... me voy, no me aguanto esa eschavetada del imperíclito Pericles pericleado.
Muy fresco, Tomás, quedó ahora. Gracias...
ME QUITO EL SOMBRERO, más bien, ante GUILLIAM, porel comentario último quedejó allábajo, donde el jetas de Indiana Jones.
¡Carajos así, como el Gui Gui, necesita Tiquicia, quecon valentía y sin complejos reconocen cuando se han equi bocado!
Aplausos, para Guilliammm... Quéee maneras, macho.
¡Ese, o sea: Gui, siesun mae vien con be de burro plantado... digo un mae bien plantado, bien con be grande carajo!
Muchas gracias a tod@s por sus comentarios y recomendaciones sobre el blog, ahí las estoy tomando en cuenta para mejorar este espacio que espero perdure y sea una guía sobre lo que hay en cartelera, en especial con la colaboración de don William Venegas y Andrés Saenz, dos personas con tremenda espuela en esto de las críticas de cine y teatro.
Y con respecto a la película, pues es verdad, si no hubiera sido por el tremendo valor del Embajador Sueco en Chile esta película ni siquiera existiría, honor a quien honor merece.
He aquí –en cine– nuevamente la parábola del buen samaritano. Se trata del excelente filme El clavel negro ( Svarta nejlikan , 2007), dirigido por el danés Ulf Hultberg.
Esta película, drama histórico y testimonial, recrea la acción humanitaria de Harold Edelstam, embajador sueco en Chile durante el golpe de Estado de 1973.
Desde su trinchera diplomática, Edelstam salvó y ayudó a salir del país a cientos de personas, fueran chilenas o de otras nacionalidades.
También asumió –como territorio sueco– a la embajada de Cuba, cuando esta iba a ser arrasada por la fuerzas militares que derrocaron al presidente Salvador Allende.
Así sucedió, hasta que el régimen fascista expulsó al propio embajador sueco de Chile. Para darle fuerza a su texto, la película recurre a tomas documentales que comprueban la veracidad del guion, son tomas bien imbricadas dentro de las secuencias propias del rodaje.
Resulta expresiva la presencia de un elemento reiterativa, a manera –incluso– de guía en el cambio de secuencias o de planos. Son las luces que simbolizan el ejercicio inhumano de la tortura de seres “humanos” sobre otros de su propia especie: el agudo recurso del filme se convierte en signo de la barbarie.
Por más bueno que sea el guion de Bob Foss, por más coherencia narrativa que tenga y por más contundentes que sean la fotografía de Dirk Brüel o la música de Jacob Groth, muy poca fuerza tendría una película como esta, si no fuera por el gran ejercicio actoral de Michael Nyqvist, como el embajador Harold Edelstam, actor de gran prestigio en los países escandinavos.
El clavel negro es cine como memoria histórica. Filme con agallas de arte.
Yo, pues Tomásss, Guilliam y conciudadanos en general o sargenttt... ¿no verdá, no tenemos ejercito?... yo la vigiéste fin de semana y... encuantoal sétimo arte se ha dicho le doy cuathro claveles blancos y como cuestión de denuncia y homenaje al caballero sueco, le clavo, perdón le pongo cinco rojos; los claveles, no billetes.
Ahora queee -no más tarde, ahora-: no debemos olvidarrrnos de homenajear, mencionándolas dolos, a athras othros personajes, como la chiquilla representada por Del Castillo, a la machita sueca, a aquella madre que lentrega al embajadorsss de Suecia a su hija, y luego es vapuleada y asesinada en plena calle y... al padre del Castillo o de la Del Castillo, mejordicho, al quelembajador calificó como un gran hombre y ese gran hombre, también, grande, lodemostró yofrendó su vida por los threinta y pico de uruguayos y, casi, por los seis brasileños que... porque lo que hizo ese chileno, ¡mis respetos, carajo!... y, ¡bam!, enel cuello el pobre, un tiro. Salado...
Buen cine.
Ayyy Indianita, yel tanategente que había aciendo con hache fila pa' verrrte... conrazón estamos como estamos, sinuay cerebros, muchos, hermanas, manos... nien joliguddd nienlas salasss.
Por tocier cierto, Amigas Amigos, al ver El Clavel Negro, sentí questaba antiuna deaquellas pelis bravas... del gran Costa Gavras... Queace falta, clarinete.
Es másss, ya me piqué, yenla noche vigeo orre paso: Z, o Estado de Sito, Ola Caja'e Música...
5/5? wow!... la anoto YA!
Oye es chilena?
:)
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