domingo, 25 de enero de 2009

El Curioso Caso de Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button)

Película estadounidense dirigida por David Fincher, la cual toma como idea un cuento de F. Scott Fitzgerald, que posteriormente el guionista Eric Roth adapta a la pantalla grande. Este filme cuenta con las actuaciones de Brad Pitt, Cate Blanchett, Tilda Swinton y Jason Flemyng.

Ésta es una de esas películas que uno agradece que de vez en cuando Hollywood realice, dado su guión tan bien estructurado, su buena dirección, una excelente fotografía, espléndidas actuaciones, efectos visuales que en vez de convertirse en el tema central de la película hace un complemento tan sutil pero a la vez tan imprescindible que demuestra que no es necesario que una película sea una oda a los efectos visuales para que sea una buena historia, además de un maquillaje meticulosamente cuidado, en cada uno de sus personajes, para ver su evolución o involución a través de los años, y una banda sonora muy bien llevada y que se amolda muy bien a cada una de sus inclusiones.

Sin duda alguna en lo que se trata de actuaciones la de Brad Pitt es una interpretación excelente, muestra una madurez como actor que muchos jamás creyeron ver, sin duda este es el mejor papel que ha interpretado en su carrera, es uno de esos personajes que le exige al actor dar todo y más, sin duda esta es la oportunidad que todo actor espera tener para demostrar de lo que realidad es capaz de hacer.

La edición y el montaje del largometraje son llevados muy bien, edición fina sin cambios chocantes de iluminación de una escena a otra, lo cual hace que la película transcurra con un buen ritmo, lo único que al rato podría mejorarse es la duración de dicho largometraje, una película bastante larga 166 minutos es decir 2 horas con 46 minutos los cuales fácilmente se podría simplificar en una cinta de 2 horas sin necesidad de mutilarla demasiado aunque se pasa el tiempo rápido y de forma agradable, esto tomando en cuenta que el cuento que inspiró la idea de hacer este largometraje es de apenas 10 páginas.

Esta producción fílmica es sin duda alguna una obra de arte por donde se vea, a pesar de ser de Hollywood, que más bien se caracteriza por su maquila de cine entretenimiento, en esta ocasión contaron una muy buena historia de una muy buena forma, por lo tanto le entrego 5 cremas anti arrugas de 5, película que por algo tiene tantas nominaciones al Oscar, 13 en total, digna de ser vista, no se la pierdan.

1 comentario:

wílliam venegas segura dijo...

Tiene otra lógica

WÍLLIAM VENEGAS
wvenegas@nacion.com

He aquí una película que pasa del género fantástico al melodrama, de aquí al drama y de nuevo a lo sentimental; lo hace con solvencia en el deslizamiento temático, con una puesta en imágenes sabia, hecha con la precisión del mejor relojero. Se trata de la cinta El curioso caso de Benjamin Button (2008), dirigida por David Fincher.
Este filme comienza como una broma grosera del destino: el nacimiento de un niño con la edad y presencia de un anciano y cuyo proceso es morir como un bebé. Pareciera que su vida va hacia atrás, pero no: lo suyo es solo una manera distinta de ir hacia el futuro. Suena raro, pero esta es la lógica del filme.
Fiel a ese raciocinio, se crea un mundo irreal, pero redondeado de principio a fin. La película estructura un lenguaje imaginario absolutamente coherente a cada paso del relato, magnificado este por la eximia puesta en imágenes de David Fincher. Lo irreal pasa así a la economía de lo real.
La película cumple maravillosamente con el concepto de Roger Caillois sobre el género fantástico: “Lo fantástico es la inesperada irrupción de lo inadmisible en el seno de la inalterable legalidad cotidiana”. A partir de un cuento apenas sentido en el filme, escrito por F. Scott Fitzgerald, el guionista Eric Roth le pone en bandeja al gran David Fincher un texto que este convierte en algo subyugante en la gran pantalla.
El director hace cine/arte con el mejor manejo de la sintaxis cinematográfica para crear un clima de amor, de cariño humano y de bondades eróticas en medio del artificio de lo fantástico. Lo emotivo se siente lícito y natural. La sensación estética, igualmente, se ofrece válida y seductora.
La dirección actoral se muestra muy pulida con todos y cada uno de los personajes. Hay extraordinarios papeles secundarios, amén de un fortalecido Brad Pitt. La fotografía es señera y la música nunca abandona el estado de riqueza emotiva que nos produce este largometraje. Su montaje pausado ayuda a la ligazón del relato.
Es cine con temple y es conmovedor a la vez, reposado, de diálogos inteligentes, como esas caricias que son introspectiva consumación del acto del amor. Filme para ver de manera repetida y admirar, incluso, en sus efectos especiales.